La infancia, también bajo la pobreza y la exclusión social

dibujo de niños y niñas unidos de las manos alrededor del planeta tierra

Si midiéramos el progreso de nuestra sociedad por la forma en la que viven los niños y las niñas, nuestras cotas de bienestar se verían golpeadas y cuestionadas. Que el 24% de la población infantil esté en riesgo de pobreza en España nos debe motivar a actuar y a exigir medidas que apuesten por atender a la infancia y promover sus derechos. Unos derechos recogidos de manera específica en la Convención de los Derechos del Niño, que este sábado 20 de noviembre – Día Mundial del niño- cumple 21 años.

UNICEF, la Plataforma de Organizaciones de Infancia, el Comité de los Derechos del Niño, el Observatorio de la Infancia… nos han aportado en los últimos meses numerosa información sobre la situación que viven los niños y las niñas en nuestro país. Las conclusiones son similares, igual de preocupantes:

  • Uno de cada cuatro niños y niñas está en riesgo de pobreza relativa.

  • La pobreza infantil se concentra en hogares con familias numerosas, en las que el 44,4% está en riesgo, o monoparentales, con el 38,6%.

  • La infancia no está visible en la agenda política y el gasto público en familia e infancia es del 0,7%, muy por debajo del 2,3% de la media de la UE.

  • Es necesaria una coordinación efectiva de los recursos.

UNICEF señala en el informe La situación de la infancia en España 2010-2011 que “la reducción de la pobreza infantil es una cuestión tanto de recursos como de diseño y planificación de políticas sociales”.

En el año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, las desigualdades que vivimos en la Unión Europea se han hecho visibles. No hay excusas para no actuar. “La Unión Europea es una de las regiones más ricas del mundo, y sin embargo, el 17% de los europeos carecen de los recursos necesarios para cubrir sus necesidades básicas”. Es decir, 80 millones de personas viven en situación de pobreza y/o exclusión social y cerca de 20 millones de niños y niñas están en riesgo.

Concepto exclusión social

Si bien es cierto que la dimensión de la pobreza de los niños y niñas en los países ricos no adquiere el dramatismo que se vive en los países en desarrollo, excepto los casos más graves y colectivos más vulnerables, esta situación de pobreza “les priva de sus derechos y de las condiciones necesarias para desarrollarse y avanzar en la vida, comprometiendo su presente y su futuro”, señala UNICEF.

¿De qué manera los niños y las niñas pueden verse inmerso en procesos de pobreza o exclusión? “En la actualidad, el contexto de aumento de desempleo, la reducción de los ingresos de las familias y la austeridad presupuestaria de los gobiernos nos presentan un panorama de incremento de la pobreza de las familias, y por ende, de la pobreza infantil”, recoge el informe.

imagen del Infoscout Especial Infancia 2009

La exclusión social se trata de un concepto más amplio que la pobreza material, es un concepto multidimensional e incluye privaciones de los derechos económicos, sociales, de género, culturales y políticos. En el caso concreto de la exclusión infantil, UNICEF señala que “un niño o niña está excluido con respecto a otros niños y niñas cuando se cree que corre el riesgo de no beneficiarse de un entorno que le proteja contra la violencia, los malos tratos y la explotación, o cuando no tenga posibilidades de acceder a servicios y bienes esenciales y esto amenace de alguna manera su capacidad para participar plenamente algún día en la sociedad. Quienes excluyen a estos niños pueden ser sus familias, la comunidad, el gobierno, la sociedad civil, los medios de comunicación, el sector privado y otros niños y niñas”.

Convención de los Derechos del Niño

Las situaciones de desigualdad, exclusión y pobreza impiden que millones de niños y niñas disfruten de sus derechos, recogidos en 54 artículos en la Convención de los Derechos del Niño. Este documento, que cumplen 21 años, es el tratado internacional más ratificado de la historia. Y lo más importante: desde 1989 la infancia se convierte en sujeto de derecho y deja de considerarse como mero objeto de protección.

Las dos décadas de vida de esta convención han posibilitado avances importantes para la infancia, pero sin duda aún queda mucho por hacer para que los niños y las niñas puedan disfrutar de su infancia, jugar, aprender y crecer en un entorno lleno de posibilidades. ¿Cómo? Ellos y ellas nos dan algunas ideas.

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