No te inicies sin coco: relacionarse y divertirse

Scouts de España trabaja la prevención de drogodependencias desde una perspectiva biopsicosocial. La campaña No te inicies sin coco describe en este bloque informativo la intervención grupal y comunitaria, el grupo, la familia, la sociedad…. La utilización del ocio de manera saludable acompañado por tus amigos/as, compañeros/as familia, es una de las propuestas que encontrarás como alternativa al consumo de drogas. Conoceremos la importancia de los medios de comunicación, la influencia de la publicidad, de los estereotipos sociales y de la presión que supone para la persona tomar decisiones individuales que a priori pueden parecer a contracorriente.

Los temas que tratamos en esta tercera fase de la campaña son los siguientes:

La planificación del tiempo o, mejor dicho, la falta de planificación del tiempo libre es uno de los factores que afectan al consumo de drogas y alcohol. Actualmente, por el estilo de vida que practicamos, y a pesar de las muchas actividades a las que tiene acceso la juventud, cuando llegan los fines de semana, muchos de los planes se concretan en uno solo: el botellón. Esto va asociado con la realidad cambiante de nuestra sociedad, y en ella el papel de la juventud, su forma de vivir el tiempo libre y el consumo recreativo asociado a las drogodependencias. Es necesario que replanteemos nuestras propuestas educativas y formas de intervención para dar respuesta y entender algo con relación al tema que nos ocupa.

Las pequeñas y grandes decisiones que jóvenes y adolescentes van tomando, en relación con su trayectoria formativa, vocacional, vital incluyendo también la organización del propio tiempo, son fundamentales a todos los niveles.

Ciertas variables relacionadas con la ausencia de planificación del tiempo, pueden influir en ello:

  • Desconocimiento de los gustos, preferencias y deseos.
  • Ausencia de hobbies en los que se relacionen con personas de su edad.
  • Ideas estereotipadas sobre otras prácticas que no supongan el ingerir alcohol o consumo de drogas.
  • Falta de información de actividades alternativas que se podrían practicar durante los fines de semana.
  • Ausencia de espacios disponibles para la juventud para la ejecución de prácticas alternativas.
    • Facilitar el descubrimiento de lo que les gusta hacer, de sus deseos. Darles un espacio que permita el auto-conocimiento.
    • Que aprendan que es importante tener en cuenta sus gustos (sin acceder bajo la presión de nadie).
    • Potenciar y reforzar ciertas habilidades o aptitudes en las que pueden destacar.
    • Descubrir y disfrutar conjuntamente de otras actividades alternativas.
    • Enseñarles a ocupar el tiempo libre del que disponen, de una manera lúdica y saludable.
  • Por esto, es importante que en nuestra labor como scouters, para la prevención en el consumo de alcohol o drogas, e incluso, para trabajar con aquellos educandos que ya practican esta conducta, tengamos en cuenta este factor, de modo que algunas de las prácticas que podemos ejercer, son:

    Nuestra propuesta educativa tiene que despertar modalidades diversas de vivir el tiempo libre, para que en sí misma sea una estrategia preventiva: el ocio diversificado se convertiría así en factor de promoción de estilos de vida saludable. Es fundamental también la utilización de los propios espacios de ocio para impulsar entrenamientos en competencias preventivas: información, actitudes, valores, habilidades sociales… No olvidaremos la metodología de la prevención entre iguales, usando espacios educativos no formales para impulsar aprendizajes potencialmente preventivos: desarrollo de aficiones, de actitudes críticas hacia la rutina y la pasividad, de protagonismo en la propia construcción del ocio, de resistencia a la presión de grupo, dando respuestas a este tema desde los propios jóvenes, del joven para y por el joven: en la línea de la educación entre iguales, el modelo de mediación juvenil que en otros campos de intervención social ha dado importantes logros (“peer education”).

    Es fundamental desarrollar y aumentar la oferta pública y privada para la gestión del ocio, potenciando la autogestión y la participación de los jóvenes en el diseño de sus propias actividades de tiempo libre. Podría ser interesante contemplar la posibilidad de incorporar algunas de las acciones del ocio alternativo dentro del modelo de ocio imperante (cultura del “botellón”). La gente joven probablemente va a seguir consumiendo independientemente de que tenga otro tipo de actividades a desarrollar en su tiempo libre.

    Hoy en día, el problema de fondo sigue siendo cómo llenar de contenido adecuadamente ese espacio de tiempo libre con un ocio realizador de la persona. Los mediadores sociales deben mejorar la calidad de vida y el disfrute igualitario del tiempo libre como espacio dedicado a la información, la formación científica, la reflexión, la crítica, la contemplación artísticas, el desarrollo cultural, las relaciones humanas y el ejercicio de la democracia.

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