Día Internacional de la Persona Migrante: detrás de una cifra hay una vida
La corresponsal scout Lorena Fito pone en valor la realidad de las personas migrantes
Cada 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Persona Migrante, una fecha proclamada por Naciones Unidas en el año 1990 con el objetivo de reconocer la realidad de millones de personas que, por diferentes motivos, dejan su hogar en busca de oportunidades.
En un contexto global marcado por conflictos bélicos, crisis económicas y el impacto creciente del cambio climático, la migración se ha convertido en una realidad estructural actualmente. En el último año se han vuelto a registrar cifras altas de desplazamientos forzosos y, desgraciadamente, también el mayor número de muertes de personas migrantes en tránsito. Detrás de lo que percibimos como un dato hay una persona, lo que recuerda que estamos ante una crisis humanitaria que no debería normalizarse.
La migración como oportunidad
A pesar de las dificultades y de los discursos que intentan criminalizar la movilidad humana, la migración aporta beneficios claros tanto a las personas migrantes como a las sociedades que las acogen. Las personas migrantes enriquecen culturalmente nuestras comunidades con nuevas tradiciones, miradas y formas de entender el mundo. Además, desempeñan un papel fundamental en el desarrollo económico. Cuando la migración se gestiona de forma regular, se convierte en una herramienta poderosa para el desarrollo.
En un contexto en el que circulan muchas noticias falsas y mensajes que generan rechazo, este día también nos invita a reflexionar. Informarnos bien, contrastar las fuentes y no quedarnos solo con los titulares es una responsabilidad que debemos asumir todos y todas, al final la desinformación alimenta los prejuicios.
El lema del Día Internacional de la Persona Migrante de este año pone el acento en las historias personales que hay detrás de cada proceso migratorio. “Mi gran historia: culturas y desarrollo” nos invita a reconocer cómo la movilidad humana impulsa el crecimiento, conecta comunidades y contribuye a un desarrollo más sostenible.
El papel del Escultismo
Desde ASDE-Scouts de España asumimos el compromiso de luchar contra cualquier forma de discriminación y desigualdad, promoviendo valores como la justicia social y el respeto a la diversidad. El Escultismo educa en la convivencia, el pensamiento crítico y la acción transformadora, ofreciendo a niños, niñas y jóvenes herramientas para comprender la realidad que les rodea y actuar para mejorarla. En cada grupo scout se trabaja día a día la inclusión, el respeto intercultural y la empatía para crear espacios seguros donde cada persona pueda sentirse parte, independientemente de su origen.




