Feliz Día del Voluntariado ¡gracias!
El Día Internacional del Voluntariado se celebra el 5 de diciembre de cada año. Esta fecha fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1985 con el objetivo de reconocer y promover la labor de las personas voluntarias alrededor del mundo. El Día del Voluntariado resalta la importancia de la solidaridad y el compromiso social, y tiene como propósito fomentar una mayor participación en actividades voluntarias para contribuir al bienestar de la sociedad.
Estás contribuciones las podemos ver de distintas maneras. Siendo el más claro ejemplo hoy todas aquellas personas que están dedicándose exclusivamente día a día en Valencia a limpiar las calles tras la DANA ocurrida hace unas semanas, a repartir comida, a buscar personas desaparecidas, a repartir medicinas y materiales para cubrir necesidades básicas. Eso incluye a todo el mundo desde las personas más pequeñas hasta las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado como son las Fuerzas Armadas.
Pero no solo es aquí donde se ven las personas voluntarias y el arduo y descomunal trabajo que realizan sin recibir nada a cambio, dando incluso sus vidas a cambio de ayudar a otras.
Qué es hacer voluntariado
Ser voluntario o voluntaria no implica tener que estar en una ONG como Cáritas o Cruz Roja. Tampoco es necesario ser scout para hacer voluntariado. Solo es necesario que hagamos algo por otra persona que sea sin que nos lo pidan, de manera altruista y sin esperar nada a cambio más que un «gracias».
Aquí donde nos veis, a las y los scouts, aunque en el fondo no se nos vea y no lo aparentemos somos voluntarias y voluntarios en todo aquello que esté en nuestras manos, haciendo que este mundo sea mejor de como lo encontramos. En cualquier parte del mundo y a cualquier hora del día.
También son de especial mención todas aquellas personas que han estado codo con codo en aquellos años tan duros y que pocos queremos recordar del COVID-19. A todas aquellas que han dado su vida por defender a otras. A las que ayudaron durante la Filomena intentando liberar aquellas inexpugnables calles llenas de nieve. Aquellas que se dedican a las recogidas de alimentos y de ropa para las personas necesitadas. Aquellas que dejan su vida atrás, abandonan todo lo que conocen hasta el momento para irse a vivir a otro país para hacer una escuela, un hospital, una iglesia…. Y aún quedarían muchas más maneras de ver al voluntariado, tantas que habría que escribir varias novelas para abordarlo todo.
Y siento la impetuosa necesidad de dar las gracias a todas las personas voluntarias que sin vacilar ni por un segundo han salido a la calle y han dado mucho por aquellas que lo necesitan y que, a día de hoy, siguen haciéndolo colosalmente.