MONTAÑAS BAJO PRESIÓN: ¡CUIDÉMOSLAS!

Este es el tercer año que celebramos en Scouts de España el concurso #MiMontañaScout. Para los y las Scouts del mundo, el vínculo con las montañas es algo muy especial. Celebramos con admiración y con sentimiento de responsabilidad, el Día Internacional de las Montañas, a las que el escultismo está tan unido desde sus orígenes.

Desde la ONU, este año se hace incidencia en los factores: Clima, Hambre, Migración. Casi mil millones de personas viven en zonas montañosas, y más de la mitad de la población del planeta depende de las montañas para abastecerse de agua, alimentos y energía renovable. Sin embargo, las montañas están amenazadas por el cambio climático, la degradación de los suelos, la sobreexplotación y los desastres naturales, con consecuencias potencialmente devastadoras y de largo alcance, tanto para las comunidades de montaña como para el resto del mundo.

Las montañas son los primeros indicadores del cambio climático y, a medida que el globo terráqueo se calienta, los habitantes de las alturas — entre los más hambrientos y pobres del mundo — se enfrentan a más dificultades para sobrevivir. El aumento de las temperaturas también significa que los glaciares de montaña se derriten a niveles sin precedentes, afectando los suministros de agua dulce de millones de personas. Las gentes de las montañas han acumulado, sin embargo, una gran cantidad de conocimientos y estrategias a lo largo de generaciones para adaptarse a la variabilidad climática.

El calentamiento global, la variabilidad climática y los desastres inducidos por el clima, combinados con la marginación política, económica y social, aumentan la vulnerabilidad de los pueblos de las montañas frente a la escasez de alimentos y la pobreza extrema. Actualmente, se estima que alrededor del 39 por ciento de la población de montaña en los países en desarrollo, o 329 millones de personas, sufren inseguridad alimentaria.

A medida que crece la vulnerabilidad, la migración aumenta tanto hacia el extranjero como hacia centros urbanos. Quienes permanecen son a menudo las mujeres, que se quedan al cuidado de los cultivos y el ganado, pero que cuentan con escaso acceso a los créditos, la formación y los derechos de tenencia de la tierra. La emigración desde las zonas de montaña también da lugar a una pérdida inestimable de servicios ecosistémicos y la preservación de la diversidad cultural y agrobiológica. Las inversiones y las políticas pueden aliviar las duras condiciones de vida de las comunidades de montaña y revertir las tendencias migratorias.

Este año, el tema también está vinculado a la Reunión Global de la Alianza para las Montañas, que se celebra en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La reunión se enfocará en los retos y las oportunidades relacionados con el desarrollo sostenible de las montañas, y lanzará un Marco de Acción para apoyar acciones concretas y establecer políticas que fortalezcan la resiliencia de los pueblos y entornos de las montañas. Fuente: ONU.

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