#NoHayExcusa: Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres


Trabajando juntas y juntos contra la violencia y el retroceso de derechos

Hace cuatro años escribí un artículo para hablar sobre uno de los problemas más graves de nuestra sociedad: la violencia contra las mujeres. Hoy, cuando estamos en los días previos al Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, siento que es más importante volver a hablar de este tema, especialmente con el lema de este año: #NoHayExcusa. Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres. Este día nos recuerda que todas las personas, como sociedad, tenemos una responsabilidad para acabar con este problema, y es fundamental que sigamos trabajando juntas para lograr un cambio real y profundo.

Scouts contra la violencia machista


En estos últimos años he visto con preocupación cómo ha crecido un movimiento reaccionario en muchas partes del mundo. Este movimiento quiere quitar los derechos que las mujeres han ganado, poniendo en riesgo avances que pensábamos que eran seguros. No son casos aislados; es una tendencia global que intenta callar a las personas y quitar derechos fundamentales. La amenaza no es abstracta; está sucediendo aquí y ahora. Cada día vemos noticias de políticas que restringen derechos o discursos que intentan justificar la desigualdad. Estos ataques nos demuestran que los derechos que hemos logrado no son permanentes, sino que deben ser defendidos y fortalecidos constantemente.

Recuerdo conversaciones con amigas y compañeras que sienten que hemos retrocedido. Mujeres que ahora tienen miedo de expresar sus opiniones o que encuentran más obstáculos en espacios donde antes se sentían más seguras. Es desgarrador escuchar cómo, poco a poco, el miedo ha comenzado a regresar a sus vidas. Estas señales nos muestran que no podemos relajarnos ni dar por hecho que los avances son eternos. Los derechos que se han logrado no se mantienen solos, debemos seguir defendiéndolos cada día, con nuestras palabras y con nuestras acciones. No basta con mirar hacia otro lado, la lucha contra la violencia y por la igualdad requiere compromiso constante y un esfuerzo colectivo.

La violencia contra las mujeres no solo es física; también puede ser psicológica, económica y simbólica. Y cuando esas formas de violencia se minimizan o se cuestionan, el riesgo de que empeoren es real. La violencia psicológica puede ser tan dañina como la física, porque ataca la autoestima y el bienestar mental de las mujeres, haciéndolas sentir menos capaces o atrapadas. La violencia económica, por otro lado, limita su independencia y las hace dependientes de sus agresores. Además, la violencia simbólica, que se expresa en chistes machistas o en la invisibilización de las mujeres en la historia, también contribuye a mantener la desigualdad. Por eso, es más importante que nunca unirnos. No podemos dejar que el silencio o la indiferencia sean cómplices de este retroceso. Si no nos pronunciamos, si no tomamos acción, el riesgo es que estas violencias se vuelvan parte del día a día y que lo normalicemos.


¿Qué podemos hacer?

El activismo no siempre implica grandes gestos; muchas veces empieza con acciones pequeñas y cotidianas. Todas y todos podemos hacer algo desde nuestras realidades, aunque nos parezca pequeño. Podemos:

  • Informarnos y educarnos sobre lo que enfrentan las mujeres en distintos contextos. Aprender nos da herramientas para actuar, y nos permite entender mejor las dificultades que otras personas enfrentan.
  • Compartir información verdadera, combatiendo la desinformación que tanto daño hace y que perpetúa estereotipos dañinos. Es fácil compartir algo que parece cierto, pero debemos tomarnos el tiempo para verificar y no ser parte del problema.
  • Participar en las iniciativas Scouts que trabajan para eliminar la violencia de género. Unirnos a movimientos locales o donar nuestro tiempo a organizaciones puede marcar una gran diferencia.
  • Fomentar conversaciones en nuestro entorno, invitando a otras personas a reflexionar y a ser conscientes del problema. Muchas veces, el cambio comienza con una conversación honesta que haga a las personas pensar y reconsiderar sus posturas.

Tener un espíritu crítico también es clave. Hoy en día, la información se mueve muy rápido, pero no toda es confiable. Vivimos en una época donde recibimos miles de mensajes cada día, y saber discernir entre lo verdadero y lo falso es una habilidad esencial. Es nuestra responsabilidad cuestionar, verificar y contrastar lo que leemos y compartimos. La desinformación no solo confunde, también puede legitimar discursos de odio y violencia. Cuando compartimos información falsa, contribuimos a crear un ambiente donde la violencia y la desigualdad parecen justificadas. Por eso, debemos ser responsables y tener cuidado con lo que decimos y difundimos.

Como voluntario en Scouts de España, he aprendido que el cambio empieza en la propia persona y luego se extiende a la comunidad. Nuestros valores nos motivan a ser agentes de cambio, promoviendo el respeto, la solidaridad y la justicia. Hoy, ese llamado es más fuerte que nunca. No podemos esperar que otras personas hagan el trabajo; debemos ser parte activa del cambio. En los Scouts aprendemos la importancia del servicio, del compromiso con las demás personas, y hoy debemos aplicar esos principios para luchar contra la violencia de género y apoyar a quienes más lo necesitan.

No podemos ser indiferentes ante la amenaza que enfrentan los derechos de las mujeres. Cada acción cuenta, cada voz suma. Desde compartir información, apoyar a quienes están pasando por una situación difícil, o simplemente estar dispuestos o dispuestas a escuchar, todo tiene un impacto. La violencia no se detendrá si permanecemos en silencia, pero juntas y juntos, haciendo cada persona su parte, podemos lograr un cambio significativo. La historia nos ha demostrado que la unión y el trabajo colectivo pueden derribar barreras y lograr cosas que parecían imposibles.

Porque #NoHayExcusa para la violencia, para el silencio o la inacción. Únete conmigo y con tantas otras personas que creen en un mundo más justo e igualitario. Construyamos, desde hoy, un futuro donde todas las mujeres puedan vivir libres y seguras. Un mundo donde cada niña pueda crecer sin miedo, donde cada mujer pueda desarrollarse plenamente sin que su género sea un obstáculo, y donde todas las personas podamos vivir en igualdad.

#NoHayExcusa. Es momento de actuar. El cambio está en nuestras manos, y juntas y juntos, podemos hacer la diferencia.

Juan Perera 2024
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