Scouts de todo el mundo celebran el #DíadelFundador

En recuerdo del nacimiento de Robert Baden-Powell, creador del Movimiento Scout.

Tal día como hoy, 22 de febrero, nacía en Londres (Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, en la época) Robert Baden-Powell, afamado militar y escritor británico, aunque nosotras y nosotros lo conocemos mejor por ser el fundador del Escultismo.

Es por eso que hoy conmemoramos el Día del Fundador, una efeméride que tiene un significado especial para todas las personas que formamos parte del voluntariado más grande del mundo, con una estimación de más de cincuenta y siete millones de hermanos y hermanas en todo el planeta con el propósito de dejar el mundo en mejores condiciones que como nos lo hemos encontrado.

Tras esta breve introducción, necesaria para toda aquella persona que se haya iniciado recientemente en el mundo del Escultismo, toca plantear cómo sentimos en nuestro día a día nuestro compromiso con los valores y códigos scouts (al margen de los ya conocidos murciélago, morse y rejilla).

Cómo se vive el Escultismo

Cualquier scout sabe que todos los días tiene algo que hacer, la buena acción diaria, y ahí reside el vivir el pensamiento Scout acorde a nuestro compromiso con los valores que caracterizan nuestro Movimiento. Desde el castor o castora que está practicando sus primeros rizos hasta el o la scouter que se las ve por primera vez con programaciones de campamento, pasando por la lobata o lobato al que todavía se le atasca aquello de ser limpio y ordenado pero siempre tiene en mente hacer lo mejor, el o la guía de sección scout preocupada por dónde ha dejado (o le han escondido) el banderín y el o la esculta que procura hacer todo en unidad.

Esto es lo que conecta a scouts de todas las secciones, basar su modelo de conducta bajo el prisma común de querer hacer algo bueno por las demás personas, cumplir con sus creencias siempre buscando que vaya a favorecer a quienes les rodean, tanto en sus grupos como en sus casas. Es importante tener esto en cuenta, no se es más scout por llevar más años en el Movimiento, ni la o el castor o la o el lobato es menos scout que quien tenga su promesa formulada y al cuello en forma de pañoleta.

Al final, el pensamiento Scout, si se puede sintetizar o resumir de alguna forma, es en esencia lo que se ha expuesto en el párrafo anterior, y lo que hace que un Movimiento así de grande siga viviendo y demostrando todos los días al mundo por qué el Escultismo es necesario para poder seguir educando en valores y poder transmitir este pensamiento tan cargado de buenas intenciones a todas las personas que tengan la suerte de cruzarse con el Escultismo alguna vez en su vida.

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