La educación como herramienta para construir la paz
El 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Paz, establecido por la ONU.
El 21 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Paz, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1981. Años más tarde, concretamente 20 años después, la Asamblea General, con un voto unánime de todas las naciones, decidió designar ese día como jornada de no violencia y alto el fuego, acabando así con la violencia o, al menos, acabando con ella durante 24 horas.
Hoy han pasado más de 40 años y, aún a día de hoy, hay que seguir luchando por algo sumamente básico como es la paz. Cada día estamos más cerca de conseguirla, pero no es una tarea nada sencilla y más cuando hay países que ya nacen con la idea de que tienen que odiar a otro solo por llevar ese nombre o por tener distintas religiones o sistemas económicos.
La gente asocia mucho la palabra “paz” con el amor, pero la verdad es que no hace falta amar a nadie para vivir en paz, mientras seas capaz de no odiar ya sería más que suficiente. El odio es la principal arma destructora de la paz; en un sitio donde hay odio la paz no tiene lugar y viceversa. Son polos opuestos, ya que uno apuesta por hacer el mal y otro apuesta por hacer el bien. Odiar es la parte sencilla, la parte que es fácil para todo el mundo, pero cuando se trata de hablar de paz ya es más dificil, ya que requiere un gran compromiso.
El papel de la educación
La palabra paz se puede cambiar por muchas otras: respeto, tolerancia, diversidad, aceptación… pero voy a hablar de una palabra que afecta directamente al desarrollo de la paz. Esa palabra se llama “educación” y creo que es de suma importancia para conseguir realmente la paz. La educación es la forma que tienen los niños y las niñas de descubrir y aprender cómo es el mundo que les rodea. Si en tu casa, escuela o vecindario te enseñaron a odiar, a agredir, o a usar la violencia, lamentablemente crecerás pensando que eso es lo normal y claro, como lo hacen en tu entorno, ya piensas automáticamente que eso está bien y no tiene por qué ser así. Por eso la educación es un punto tan clave en el desarrollo de la paz; el problema está en que para que alguien enseñe esto a un niño o una niña, esa persona debe creer firmemente en ella, comprometerse y basar su educación en ejemplos y no en palabras.
Comprometerse con la paz significa ser respetuoso, tolerante, amable, solidario… y comprometerse a no ser rencoroso, vengativo, violento, agresivo… a no transmitir odio, ira, descontrol… a no comportarse como un animal ni dejarse llevar por esos impulsos. A vivir en un mundo de cooperatividad y cordialidad y, en general, a tratar a todas las personas como cada una merece ser tratada.
Dicho esto, si algún o alguna “demente” está por la labor de creer en la paz aun sabiendo el trabajo que supone comprometerse con ella y realmente está dispuesto a aceptarlo, le animo a que lo intente. Al fin y al cabo nosotras y nosotros somos el cambio que queremos ver en el mundo…
¡Feliz Día Internacional de la Paz! y ¡Buena caza a todas y todos!
