Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: científicas en todos los lados


El 11 de febrero se conmemora esta jornada en todo el mundo.

Si te digo que pienses en nombres de científicos, probablemente te vengan a la cabeza bastantes nombres, pero si te hablo de científicas, ¿cuántos nombres puedes decir?

Maryam Mirzakhani, Marie Curie, Ada Lovelace y Flora de Pablo son algunas de las mujeres más influyentes de la ciencia, científicas que han tenido la oportunidad de no ser invisibles y de tener la oportunidad de trabajar en su pasión: la ciencia.

No todas tenemos la misma suerte, ya que, según el Instituto de las Mujeres, del Ministerio de Igualdad, en las carreras de ciencias de la salud, las mujeres constituyen el 70 % de la población. Mientras que, en las carreras más tecnológicas como las ingenierías o la informática, las cifras de mujeres llevan estancadas desde los años noventa con cifras por debajo del 15% en estas carreras.

Mujer ciencia

Estas cifras son debidas a la falta de referentes femeninas y a una profunda causa estructural relacionada con la percepción histórica de las ingenierías con roles masculinos.

Aunque estas cifras asustan, no es tan difícil encontrar a mujeres científicas, solo hay que abrir bien los ojos. Quizás tu vecina, tu madre, tu hermana, tu prima, tu scouter o tu amiga. Si piensas bien, probablemente te acuerdes de alguna conocida que haya estudiado una carrera científica.

Como una buena hipótesis científica necesita una demostración, he contactado con dos mujeres científicas dispuestas a compartir su experiencia.

Gabriela Gómez Jiménez

Estudiante de doctorado en la escuela Sciences et Technologies de l’ Information et de la Communication (STIC) en la Universidad Paris-Saclay de procesamiento de señales.

P. ¿Qué rama de la ciencia investigas?

R. Procesamiento de señales con técnicas de machine learning e inteligencia artificial aplicado en neurociencia.

P. ¿Cuántos años llevas investigando?

R. Podría decirse que 1 y medio a tiempo completo y previamente 2 a tiempo parcial (proyectos para asignaturas del máster) durante los estudios de máster.

P. ¿En tu entorno de trabajo hay más hombres o mujeres?

R. Hombres. Mi equipo está formado por unas 36 personas, incluyendo 4 IP (Investigadores Principales), post-docs, estudiantes de doctorado e ingenieros. De 36 personas, 10 somos mujeres, 2 ingenieras y sólo una post-doc; ninguna IP.

Gabriela Gómez

A pesar de que el número de mujeres sea inferior, no siento que se menosprecie el trabajo o se vean inferiores a las mujeres en este aspecto, puede ser porque los intereses son diferentes. Pero es cierto que se es consciente de esta carencia y, sobre todo los IP que son los encargados de buscar gente, son conscientes e intentan dentro de lo posible reducir esta diferencia.

P. ¿Cuál ha sido tu mayor reto para llegar donde estás ahora mismo?

R. Yo misma y el síndrome del impostor. Aunque sigo trabajando en ciencia, es una rama diferente a la que me formé en el grado, y siento que con otros conocimientos más alineados con mi investigación actual podría realizar un mejor proyecto. Este pensamiento está ligado también a mi autoexigencia por querer dar lo mejor de mí y esforzarme al máximo para obtener lo mejor.

P. ¿Cambiarías tu elección de carrera?

R. No, bajo ningún concepto. Es cierto que me lo he llegado a plantear. ¿Si hubiese estudiado esta otra carrera y hubiese adquirido estos otros conocimientos estaría avanzando más rápido? Seguro que sí, me respondo sin apenas dudar. Sin embargo, aquí entran en consideración otros factores. Estudié Física en la carrera por la curiosidad que me generaba el mundo en el que vivimos, por querer entender por qué y cómo funcionaba. Quería aprender las herramientas que me permitirían satisfacer esa curiosidad. Hoy en día tengo otras inquietudes diferentes porque ya complací aquellas inquietudes que tenía en aquel entonces.

La carrera que estudié me ayudó a formarme, no solo a nivel de conocimientos, sino en la manera en la que afrontar los problemas, cómo solucionarlos y fue una buena base para mí como científica. Me dio las herramientas necesarias. Que hayas estudiado una carrera en su día con la que igual ahora no te sientes tan identificada no es ningún problema, puedes perfectamente adquirir y formarte en esos nuevos intereses porque, posiblemente, algunas de las bases que necesites ya las tengas de previos estudios.

P. ¿Qué es lo que más te emociona de tu trabajo?

R. A nivel personal, el aprender cosas nuevas y aprender. Me gustan ese tipo de retos, desconocer algo y leer, experimentar para aprenderlo y ver si funciona. A nivel equipo, aunque creo que no en todos los laboratorios es así, el buen ambiente entre todos. El compañerismo. Que cualquier duda que tengas vas a tener a alguien que te vaya a ayudar. Ver cómo, si tienes un problema, va a haber gente que se preocupe.

P. ¿Recomendarías tu carrera a otras mujeres y niñas?

R. Sin ninguna duda. Si tienen curiosidad e intriga en cómo y por qué suceden las cosas, si les gusta experimentar. Le recomiendo mi carrera a cualquier persona que quiera tener una trayectoria en ciencia porque te da los conocimientos en matemáticas y sus aplicaciones para diferentes áreas que acaban aplicándose en todas las ingenierías. Pero no solo recomendaría mi carrera, sino cualquier rama de la ciencia que se ajuste a sus intereses. Obviamente a alguien que tenga interés por saber el funcionamiento de un avión o un cohete, la carrera de Física le va a servir, pero va a tener una formación más adaptada con una Ingeniería aeronáutica. Con esto lo que quiero decir es que hoy en día hay una infinidad de carreras científicas que se ajustan a los intereses de cada uno y que no hay que tener miedo en enfrentarse a esos retos y obstáculos porque tarde o temprano se termina sacando. No hay ninguna prisa en acabar pronto, lo importante es hacerlo porque nos gusta y no olvidarlo. Un reto es un reto, un desafío y la satisfacción tras conseguirlo es muy grande.

Rosa María Bolea Bailo

Por otro lado, y para poder comparar entre un enfoque más tecnológico y otro más biológico de las ciencias, repetí la misma entrevista con Rosa Bolea Bailo. Vicerrectora de política científica en la Universidad de Zaragoza e investigadora en la rama biomédica desde hace 30 años.

Rosa también afirma que hay más hombres que mujeres en su entorno de trabajo, pero, al igual que Gabriela, nunca ha sentido que se menosprecie su trabajo. El mayor reto de Rosa ha sido investigar con socios internacionales en proyectos de investigación de alto impacto.

De la misma forma que Gabriela, tampoco cambiaría su elección de carrera (Veterinaria) ya que esta, aunque no era inicialmente su elección, le abrió las puertas a la investigación y a la docencia, lo que realmente le apasiona.

Rosa María Bolea

Ella misma afirma que lo que más le emociona de su trabajo es desafiar al conocimiento con la investigación, e influir en las y los estudiantes para que se apasionen con su profesión.

La ciencia no tiene género, tiene personas que dedican su vida a ella, personas que lo dan todo para que la sociedad avance, personas con determinación a seguir y que, gracias a ellas, hemos llegado donde estamos hoy.

Eva Founaud
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