Posiblemente nacer mujer hace menos de un siglo, conllevaría el olvido aunque lograras un gran cambio, durante muchos años las féminas lucharon por sus derechos y por ser reconocidas como parte de la sociedad. Porque, aunque parezca que votar o vestirse con libertad sea algo que siempre ha estado ahí, lo cierto, es que hace menos de cien años nuestras antecesoras salían a la calle a reivindicar estas injusticias.

Podría hablar de cientos y miles de mujeres que han logrado cambios en la historia y que por el mero hecho de no ser hombres, no tuvieron la importancia que merecían; es así el caso de Freya Stark, exploradora y espía de la red de inteligencia británica; Sofia Casanova, periodista antibélica de la Primera Guerra Mundial o Clara Campoamor, impulsora del sufragio universal femenino; estas son solo algunas de las enormes luchadoras que cambiaron el ciclo de la historia y de las que probablemente oiremos hablar tres veces a lo largo de nuestra vida.

Existe un gran cambio de perspectiva en menos de dos generaciones; es así el caso de Josefa y su nieta Gara dos grandes mujeres, ambas, creen que el feminismo debería cobrar más importancia para tener una sociedad equitativa, Josefa que salió a reivindicar en las huelgas de 1931 logra junto con otras féminas el derecho a voto de la mujer en España, aún así  y por atreverse a desobedecer a su marido es denunciada por abandono del hogar. Aunque su abuela lograra el sufragio universal femenino, hoy, Gara sale a la calle a denunciar el machismo que sufre, lo hace por ella y las demás mujeres, pero también quiere que la lucha que su progenitora llevo a cabo continúe, desencadenando así que las manifestaciones de su antecesora no hayan sido en vano.

Gracias a mujeres progresistas y con ganas de construir un mundo mejor, se ha logrado que nosotras hoy en día seamos reconocidas por nuestros éxitos como son los hombres, y aunque todavía nos queda mucho camino que pulir vamos en la dirección indicada, en la que con pequeñas acciones que se tomen día a día lograremos que la historia tenga un nuevo rumbo. Es así, como siguiendo el ejemplo de nuestras anteriores conseguiremos que las nietas de mañana puedan luchar por un mundo mejor sin ser juzgadas por el tamaño de su falda o la cantidad de maquillaje que lleven.

Clara Campoamor

Print Friendly, PDF & Email