La Campaña Mundial por la Educación se moviliza para exigir al Gobierno que garantice el refugio y el acceso a la educación en contextos de emergencia y que promuevan una cultura de paz y de acogida en las aulas

Los datos relativos al cumplimiento del derecho a la educación en situaciones de conflicto y emergencia son cada vez más alarmantes:  hay 75 millones de niños y niñas de entre 3 y 18 años sin escolarizar en 35 países afectados por distintos tipos de crisis, mientras que sólo la mitad de la infancia refugiada o en situaciones de desplazamiento interno va a la escuela primaria, y sólo un 25% asiste al primer ciclo de educación secundaria. Esta situación no solamente supone una vulneración del derecho a la educación de esos millones de niños, niñas y jóvenes que en muchas ocasiones dejan de asistir a la escuela por inseguridad y/o falta de recursos, sino que impide que la educación cumpla su función como factor de paz y elemento de protección frente a la pobreza o la injusticia.

En los últimos años hemos observado un incremento masivo de los desplazamientos forzosos de personas, principalmente a causa de graves situaciones de conflicto, como el caso de Siria, pero también por culpa de desastres naturales derivados del cambio climático, la situación económica de sus países de origen o por razones de persecución política y religiosa. Estos desplazamientos forzosos llegaron a un récord mundial en 2016 alcanzado los 65,6 millones de personas, privadas de muchos de sus derechos, entre ellos el derecho a la educación, y afectando especialmente a  menores,  que representan el 51% de la población refugiada del mundo.

La educación, una herramienta para la construcción de paz

La paz empieza por rechazar la violencia como mecanismo de resolución de conflictos. Es fundamental que las personas se eduquen en una serie de valores que promuevan la resolución no violenta de los conflictos: justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, la actitud crítica, el compromiso, la autonomía, el diálogo y la participación. En el caso de las sociedades afectadas por situaciones de conflicto y post-conflicto, el derecho a la educación es esencial para: la construcción de paz y la promoción de sociedades más cohesionadas, la protección de la infancia, la normalización de la vida y la efectiva reconstrucción de las zonas afectadas por conflictos.

En el caso de España, la educación es fundamental para que los menores sean conscientes de las realidades que vive la infancia en otros contextos, para que reconozcan y eviten actitudes como el racismo y la xenofobia y reconozcan el valor de la diversidad mediante la comprensión y el conocimiento.  En definitiva, el acceso a la educación constituye una poderosa herramienta para construir sociedades capaces de resolver sus conflictos de manera pacífica, tanto en aquellos países que ya se ven afectados por este tipo de situaciones como en los que, como España, se convierten en lugares de acogida.  

Los compromisos de la comunidad internacional

Todos estos aspectos han quedado recogidos en la meta 7 del ODS 4, el ODS11 y el ODS16 de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que firmaron más de 196 Estados en 2015. 2018 es un año clave en el avance hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En julio, se celebra la reunión del Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas, la plataforma más importante para el seguimiento y evaluación del cumplimiento de los ODS.

Semana de Acción Mundial por la Educación:  La educación, el camino hacia la paz ¡¡¡Deja tu huella!

Por todo ello, del 23 al 29 de abril se celebrará la Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME). En España, habrá actos de movilización en más de 30 ciudades, donde se prevé la participación de más de 40.000 personas, entre estudiantes, docentes y activistas.

Durante todo el año centros educativos y grupos de educación no formal han estado trabajando unidades didácticas en torno a la Agenda 2030 de Educación y la importancia tanto de la rendición de cuentas de los Gobiernos como de la participación ciudadana en el desarrollo de estos procesos. Serán ellos mismos los que llevarán a cabo los actos de reivindicación en la calle, llevando la figura de una huella como símbolo de reivindicación de la educación como único camino que conduce a la paz,  así como pancartas con lemas que recojan sus peticiones/opiniones relativas al cumplimiento de la Agenda 2030 de Educación/ODS4. Hay muchas formas de sumarse a la SAME. En la página www.cme-espana.org se publicarán las diferentes propuestas para que el mayor número de personas se sumen a este proyecto de apoyar una educación de calidad para todos y todas. En redes sociales, se difundirán las diferentes acciones bajo los hashtags #SAME2018 #DejaTuHuella.

Descárgate aquí el documento de posicionamiento completo.

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