¿QUÉ PASÓ CON EL AGUJERO DE LA CAPA DE OZONO?

Imaginad la tierra como la semilla de una naranja, en el centro; lo que nos comemos serían las capas bajas de la misma, y la piel serían las capas más externas; pues la “miga” de la naranja sería la capa de ozono. El ozono, nombre que parece sacado de un pokemon, es un gas compuesto por tres moléculas de oxígeno, el mismito que respiramos pero que en este caso es tóxico, y tiene una función vital: mantenernos a salvo de los rayos solares absorbiendo las radiaciones perjudiciales de estos. Sin ozono la vida en la tierra no podría existir.

El nombre de este gas en realidad viene por su olor y seguro que en verano, durante una de esas tormentas súbitas y con gotones de agua grandes habeis notado un aroma peculiar; pues huele a ozono porque los relámpagos convierten el oxígeno en este gas. Palabras como desodorante o inodoro son de la misma familia.

El ozono debe estar en esa capa alejada, a entre 19 y 23 kilómetros de la tierra, de hecho se considera un gas contaminante en las ciudades y campos y se están midiendo ya perjuicios para las plantas en zonas con alta concentración del mismo. También es cierto que por esto se usa como desinfectante en hospitales y para eliminar bacterias del agua. Que cuando hablamos de química no hay nada tóxico ni inocuo por definición. Depende de la dosis y la aplicación.

Pues bien hace 33 años, por culpa del abuso de otro compuesto químico empleado en los frigoríficos, botes de laca, insecticidas… la capa se debilitó hasta aparecer un agujero enorme sobre la antártida. El enemigo se llamó CFCs y toda la comunidad científica y se puso manos a la obra para repararlo. Y los efectos de este agujero sobre los seres humanos son dramáticos: cáncer de piel, problemas de vista… De hecho nos ponemos muchísima crema solar, y de factor alto, desde aquellos tiempos; y gafas de sol. Sobre las plantas de los océanos, el fitoplancton, también provoca su desaparición, eliminando por tanto la base de la pirámide alimenticia de este medio (imaginad que no tenemos cereales en nuestra dieta: galletas, pan…).

Los CFCs tienen larga vida en la atmósfera y desde entonces ya se calculó que el agujero se repararía en 2030 y, como buenos científicos que eran y son, están acertando. El agujero se está reparando pero ahora es el ozono atmosférico, el de las capas medias y bajas, el que está aumentando.

El ozono es un factor de contaminación atmosférica a nivel del suelo. Si lo respiramos nos intoxicamos, lentamente, y de hecho, los vegetales, que también lo respiran están mostrando una reducción en la capacidad de hacer la fotosíntesis (su auto-fábrica de comida con luz, para que me entendais) y esto provoca que produzcan menos alimento para el resto de seres que habitamos la tierra.

¿Qué puedes hacer en tu grupo?

Conocer el problema, explicarlo y crear conciencia:

Seguir luchando por respirar un aire menos contaminado.

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