Sin feminismo no hay Escultismo, somos historia
Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo.
Una vez más, hacemos mención al 8 de marzo, conocido como el Día Internacional de la Mujer. Uno de los 365 días del año donde se pone de manifiesto el objetivo de eliminar toda forma de discriminación hacia las mujeres, además del empoderamiento y conseguir su plena participación en la sociedad según las Naciones Unidas, pero, ¿no debería ser todos los días esta reivindicación de la igualdad?
Es honorable el recordar esta fecha en el calendario, pero debería ser algo más profundo que un día al año. El movimiento feminista es un hecho del que debemos estar orgullosos y orgullosas, debido a un mayor acceso a la educación de las mujeres, un sufragio del que somos partícipes, además de eliminar esos tabúes de los derechos sexuales y reproductivos junto al reconocimiento de la violencia de género. Dichos reconocimientos fueron plasmados en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1977.
Tan solo hace 46 años declararon de forma oficial la lucha por nuestros derechos, cuando las dificultades y problemas que se nos presentan existen desde inicios de la historia de la humanidad. Desde la prehistoria, respecto al trabajo doméstico realizado mayoritariamente por mujeres, hasta la actualidad, donde el salario femenino en España es un 12% menor que el de los hombres por hacer el mismo trabajo, según un estudio del IESE Business School de Navarra.
Una jornada para luchar
Por otro lado, me gustaría hacer mención a que este día en concreto, por las razones ya nombradas anteriormente, no es motivo de felicitarnos y regalarnos cosas por el hecho de ser mujeres, en todo caso se debe dedicar a la lucha y su importancia dentro del sistema. En otro sentido sí podrían felicitarnos, pero por los logros que hemos conseguido tras grandes esfuerzos de querer y necesitar una sociedad en la que no consideren que somos menos que los hombres. Por eso, no nos feliciten por el día, luchen con nosotras.
Para finalizar, la participación scout femenina ha ido incrementando en las últimas décadas, tanto en España como en el resto de países. Educar en igualdad es el método más efectivo para que se nos escuche, además de las distintas manifestaciones junto a la difusión en las redes sociales y medios de comunicación para concienciar a la población de que hemos hecho logros, pero nos queda recorrido por realizar para conseguir nuestro objetivo. En conclusión, sin feminismo no hay Escultismo, somos historia.
